Ibrahim Salem es un guionista, comediante y romántico. En 2022 cumple diez años en el oficio de comediante y veintiséis años siendo un polémico imprudente. Lo pueden haber visto en la portada del diario amarillista el Q´Hubo como “Lo amenazaron por chistoso”, “Ibrahim lo vuelve a hacer” y “Se burla de la muerte de Jota Mario”. Su pérdida de cabello fue directamente proporcional a su pérdida amorosa y de seguidores, incluso su ex se fue con su Fan Page para jamás volver, convirtiéndolo en un comediante reconocido en el país por su humor ácido, inteligente, descarado y punzante, siendo un vocero del despechado común y un mártir de su propio invento. Vetado de sábados Felices y de la casa de sus ex suegros, este hombre con cara de terrorista es un masmello por dentro. Ibrahim Salem Zahram Khalil nació el 29 de octubre de 1995. Estudió en la Universidad Pontificia Bolivariana comunicación social y desde hace dos años su cara se ha hecho familiar en la televisión nacional. Sin embargo, sus chistes más famosos fueron, sin duda, los que hizo sobre el atentado a la General Santander. Sus seguidores se multiplicaron en Twitter e Instagram. Sin hacer demasiado ruido, empezó a denunciar las amenazas que llovían sobre él y su familia. A su mamá le hicieron pública la dirección al norte de Bogotá y la llamaban todo el tiempo gritándole que era una terrorista solo por tener un apellido árabe. Él, desde México, dijo en esta entrevista que no se arrepentía de nada de lo que había dicho.
Aunque su humor es agrio y cruel, en su actuar ético es una persona muy noble
Desde muy pequeño sabía que tenía la chispa para la comedia, le gustaba ver sábados felices, imitaba a sus profesores y familiares, se aprendía chistes para contarlos.